Pizzeria Bocateria El Candil

carlos roger Lopez

Genial , ganas de agradar, servicio, limpieza y camarero profesional. Si añadimos excelente ubicación, buena comida y mejor precio . Pienso repetir siempre que pueda

Arantxa Rodriguez

Muy malas formas, de hecho muy poca educación, te hablan como si te estuvieran haciendo un favor por dejarte comer en su restaurante que por otro lado lo único que tiene bueno son las vistas porque la comida es grasienta e insípida, cada vez menos cantidad y más caro. Suerte chicos porque si seguís así os vais a quedar sin clientes. Y no olvidéis que el “favor” os lo hacemos los clientes a vosotros.

Mary

Pondria 0 estrellas pero no me deja Google Hemos llegado y hemos pedido permiso para sentarnos en una mesa nos han dicho que solo nos podríamos sentar en mesa en terraza si íbamos a cenar, en lo que nos han traído la carta una de las personas que íbamos ha ido al wc, cuando ha salido ya teníamos las cartas y hemos solicitado que nos trajeran la bebida mientras que decidiamos la cena, el camarero que luego nos hemos enterado que era el dueño nos ha dicho de muy malas maneras que teníamos que pedir todo junto, le hemos dicho que ok y nos hemos levantado a solicitar la hoja de reclamaciones, cuando he enterado me han dicho que me la tenia que dar el jefe que casualidades es la persona que nos ha tratado mal, se ha negado a darmela, le he dicho que iba a llamar a la policía local si se negaba a dármela y de muy malas maneras me ha dicho que llamara a quien me diera la gana, he llamado y cuando ha llegado la policía seguía en sus trece de no querer darme la hoja y al final mediando la policía me la ha dado, se ha puesto a decir que si acabábamos de dejar la maleta que no tenía educación... cuando el ha demostrado tampoco tenerla. Luego te metes en Google y te fijas que las reseñas casi todas coinciden en la mala educación del personal que creo que todas son hacia la misma persona, el dueño

Fernando Díaz

Primero nos dijeron de malas formas que solo nos podíamos sentar si íbamos a cenar, ya que de primeras no lo teníamos claro. Finalmente nos sentamos y mientras decidíamos que comer solicitamos las bebidas a lo que el camarero se negó a tomar nota si no incluíamos la comida, otra vez de malas formar, así que decidimos irnos y poner una hoja de reclamaciones. Al solicitarla el dueño nos la niega por lo que finalmente tenemos que llamar a la policía para poder poner la queja